
Juntas con Farabundo Martí, Afonso Luna, Mario Zapata y todos los pueblos anti-imperialistas contra la OTAN.
El primero de Febrero de 1932 la Dictadura salvadoreña proyanki fusiló en el costado norte exterior del capitalino cementerio Los Ilustres a los tres compañeros comunistas Farabundo Martí, Alfonso Luna y Mario Zapata.
El sábado 19 de marzo 2022 terminamos sobre el Paredón de fusilamiento un mural dedicado a Farabundo, Luna, Zapata y a todxs nuestrxs caídxs en la lucha revolucionaria. Fiel al legado de los tres y a todas las heroínas, héroes y mártires dedicamos la Inauguración a la actual lucha contra la expansión del imperial pacto militar de la OTAN que necesariamente tendrá que culminar con la total desaparición de la faz de la tierra de este criminal pacto surgido de la Guerra Fría después de la Segunda Guerra Mundial.
Nos acompañaba Sierra Madre con sus canciones dedicados a Farabundo, a Juan Chacón y al Sombrero Azul del Pueblo Salvadoreño, mientras que Chicho recitó del compañero Alex Canizalez el poema :
SITIOS DEL OLVIDO
de pronto, descubro que fue mentira
Que pelié en una guerra falsa entre farsantes
Que yo solito me inventé
esos muertos y sus retratos de asesinos
Que es un farsa mi secuestro, mi desaparición y las torturas…
Que yo inventé al mismo diablo azul con sus ojos de neblina
Que esos muertos
son unos malditos mentirosos
Como esos judíos de Auwish con caras de farsantes. Alli haciéndose los muertos sin estar muertos
Y que para qué remover con un palito toda la hediondes de la que yo creía era la historia y su realidad roída una y mil veces,
Y resulta, que, todo es una telenovela de Netflix
Hoy que el coronavirus se mete por todos lados
Y, uno, le hace muecas y le saca la lengua
Todo fue una farsa. Una mentira. Para así seguir el encubrimiento de los farsantes alacranes
Que lo que queda en las palabras se lo llevan las palabras
Que no soy ni siquiera ese animal herido que se reinventó de nuevo las miradas hablando de la noche, que brilla con sus luciérnagas en los estanques del agua
Todo gira
No, no se recuerda nada
Los asesinos falsamente son quienes siguen
Intentando dar recuerdo a la memoria de los peces
Ese extraño que me mira
Intentando hacerme ver el atardecer con una cicatriz de nube
Entonces, algo de mi y de ti, en ese sitio del olvido tiene sus manos pálidas
Pero quién sabe
Si el tirano dice que no, es no. Si dice que si, quizás sea, si.
Como quien escucha en sosiego
al perro asustado que se agazapa
La verdad, es que la memoria invisible
Crea los hechos que la mirada extraña, no mira, ni quiere mirar
su propio rostro volviendo profética la mar y la salmuera
Ese Cristo allí haciéndose que sufre falsamente en su madero
Intentando que el atardecer, caiga sin remedio.
Pero, todo es una farsa aplastada
Los muertos eran quienes querían morirse
Nadie los mató
Ellos, quisieron irse así
Aprovechando los bosques y las caricias
Todo es irreal. Una invención de los asedios
En las colinas del desencanto
Por eso, este es el mejor momento para dejarnos de existir y dejar que los aviones abran sus brazos mientras ametrallan jugando con el inocente olvido
Menos mal
Y todo es una farsa
Una mentira
Y darnos cuenta que en el olvido somos esos otros que no existimos
Hasta que los familiares empiecen alrededor de la noche a contarte algo y pidan y pregunten a dónde se llevaron los muertos
Si, esos muertos farsantes
Y los niños que habíamos matado y se desvanecen, dese aquí, desde nuestras distancias.
Menos mal y todo esto es mentira porque si no, hasta los dioses tendrían caras de sapos con sus heridas de paz en los festines de la noche.








